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http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/cash/43-5105-2011-04-18.html
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DOMINGO, 17 DE ABRIL DE 2011
OPINION
Arcillas compactas
Por Claudio Scaletta
Esta semana se conoció un informe del Departamento de Energía de los Estados Unidos (DoE) que ubicó a la Argentina como el tercer país del mundo con “recursos potenciales” de gas no convencional, detrás de China y muy cerca de Estados Unidos. El informe, contratado por el DoE a la consultora Advanced Resources International (ARI), es parte de una investigación que busca conocer los recursos mundiales de gas de esquistos, conocido como shale gas o gas de “arcillas compactas”. Este gas “no convencional” es la gran esperanza de prolongar la extracción de un recurso que hoy se agota y que, merced a los avances tecnológicos, es ahora factible de extraer donde antes no lo era. De hecho, el 23 por ciento del gas seco que se extrae hoy en Estados Unidos es, según el mismo informe de la ARI, de este origen. Para conseguir este gas se necesita un complejo sistema de multiplicación de pozos y de inducción de fisuras hidráulicas que, según los ecologistas, es altamente contaminante, a la vez que demandante de agua y energía.
La información difundida esta semana es que los recursos “técnicamente recuperables” de gas no convencional de China son de 1275 TCF, los de Estados Unidos de 862 y los de Argentina de 774 TCF. “TCF” son las siglas en inglés para “Trillones” de Pies Cúbicos: 1 TCF equivale a 28.320 millones de metros cúbicos. Pero estas cifras abrumadoras no dicen nada si no se las compara con algo concreto. El gigantesco yacimiento gasífero de Loma La Lata, en la cuenca neuquina, tenía reservas iniciales de poco menos de 10 TCF. Fue este yacimiento descubierto en 1977 por la estatal YPF el que dio lugar a la transformación gasífera de la matriz energética argentina, al punto de que en los ‘90 se hicieron fuertes inversiones para gasificar las centrales de generación térmica y se decidió comenzar a reconvertir el parque vehicular. Pocos lo recuerdan, pero hasta hubo proyectos avanzados de reconvertir a gas al transporte urbano de pasajeros de la ciudad de Buenos Aires. 774 TCF, entonces, es una cifra que excita la imaginación. Pero siempre hay un pero. El especialista de la Fundación Bariloche Víctor Bravo, señaló a Cash que existe una diferencia sustancial entre los conceptos de “recursos técnicamente recuperables” (774 TCF) y “reservas”. La estimación de los primeros se asemeja a lo que se denomina “volumen in situ” que es todo lo que, se supone, hay del recurso. Por “reservas”, en cambio, se entiende lo que técnica y económicamente se puede obtener al momento de realizar la estimación. La clave para que un recurso sea “reserva”, entonces, está determinada por el costo de extracción, que a su vez depende de la tecnología y los precios internacionales y locales. En yacimientos estadounidenses, el país con mayor experiencia en la extracción de estos gases de esquistos, la evidencia empírica muestra que la “tasa de conversión” entre los “recursos no desarrollados” y las reservas comprobadas es de entre el 12 y el 15 por ciento. Suponiendo condiciones similares en la economía local significa que podría llegarse a reservas comprobadas de más de 100 TCF, una cifra igualmente gigantesca, una Argentina con el gas de 10 Loma La Lata. Claro que para ello hacen falta inversiones y tecnología y, para ambas, hacen falta precios. Dicho de otra manera, el escenario actual está lejos del potencia
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