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Los combustibles fósiles utilizados en el transporte generan más de 2000 millones de toneladas de emisiones de CO2 cada año. Alrededor de 75 millones de automóviles nuevos se producen cada año, sumándose a estas emisiones. El hidrógeno es el combustible alternativo para los coches, que no produce CO2. Hasta ahora, el gas hidrógeno necesita ser licuado a temperaturas criogénicas o comprimido a altas presiones. Ambos son procesos de uso intensivo de energía y se necesita un nuevo tipo de vehículo. Una novedad anunciada por Cella Energía del Reino Unido promete una tecnología para entregar hidrógeno a partir de una bomba callejera en un tanque de combustible regular. Si esta nueva tecnología sale bien, podría ser la transformación necesaria para la rápida aceptación de los coches impulsados por hidrógeno.Cella Energy es una compañía de tecnología, que ha salido de los laboratorios de Ciencia del Reino Unido. Ellos han desarrollado un proceso para atrapar amoníaco-borano hidruro dentro de diminutas perlas de polímero poroso. Las cuentas, hechas con nano-tecnología, son 30 veces más pequeñas que la estructura del pelo. La estructura protege los hidruros del contacto con el aire y supera el problema de la combustión espontánea, que ha sido uno de los problemas con el uso de hidruros.Dado que las cuentas son tan pequeñas, se puede verter o bombear como un fluido. Esto hace que sea posible manejar el combustible de hidrógeno con los mismos tanques, bombas y tuberías, que se utilizan hoy en día para los combustibles basados en petróleo. Dado que el hidrógeno tiene tres veces el contenido de energía de la gasolina (con el mismo peso), el tanque lleno de combustible sintético sirve para 300 a 400 millas. Esto acaba con el problema de rango que ha plagado a los coches eléctricos.Las cuentas usadas se pueden recargar con hidrógeno y se reutilizan, por lo que el proceso es adicionalmente atractivo. Este tipo de reciclaje, por supuesto, necesita una modificación de los coches para poder sacar las cuentas del tanque de combustible. El costo de este combustible sintético se estima que será de una cuarta a una quinta parte de la gasolina. En el Reino Unido, los investigadores dicen que el costo sería de 19 peniques por litro. Este debería ser el atractivo añadido de la rápida aceptación de este nuevo combustible.Los beneficiosLos beneficios de esta nueva tecnología son evidentes. El hidrógeno se bombea como el combustible convencional, cuesta mucho menos y el motor del coche no necesita modificaciones. Una de las preocupaciones con la tecnología de combustibles alternativos ha sido siempre el costo de la conversión de los vehículos existentes. Este combustible sintético podría ser fácilmente utilizado en los automóviles actuales. Cella Energía también ha dicho que incluso una adición del 20% de este combustible sintético en una mezcla con gasolina, reduce las emisiones de CO2. Al igual que con las mezclas de etanol, esto podría ser un paso intermedio en la transición a este combustible.
Los combustibles fósiles utilizados en el transporte generan más de 2000 millones de toneladas de emisiones de CO2 cada año. Alrededor de 75 millones de automóviles nuevos se producen cada año, sumándose a estas emisiones. El hidrógeno es el combustible alternativo para los coches, que no produce CO2. Hasta ahora, el gas hidrógeno necesita ser licuado a temperaturas criogénicas o comprimido a altas presiones. Ambos son procesos de uso intensivo de energía y se necesita un nuevo tipo de vehículo. Una novedad anunciada por Cella Energía del Reino Unido promete una tecnología para entregar hidrógeno a partir de una bomba callejera en un tanque de combustible regular. Si esta nueva tecnología sale bien, podría ser la transformación necesaria para la rápida aceptación de los coches impulsados por hidrógeno.
Cella Energy es una compañía de tecnología, que ha salido de los laboratorios de Ciencia del Reino Unido. Ellos han desarrollado un proceso para atrapar amoníaco-borano hidruro dentro de diminutas perlas de polímero poroso. Las cuentas, hechas con nano-tecnología, son 30 veces más pequeñas que la estructura del pelo. La estructura protege los hidruros del contacto con el aire y supera el problema de la combustión espontánea, que ha sido uno de los problemas con el uso de hidruros.
Dado que las cuentas son tan pequeñas, se puede verter o bombear como un fluido. Esto hace que sea posible manejar el combustible de hidrógeno con los mismos tanques, bombas y tuberías, que se utilizan hoy en día para los combustibles basados en petróleo. Dado que el hidrógeno tiene tres veces el contenido de energía de la gasolina (con el mismo peso), el tanque lleno de combustible sintético sirve para 300 a 400 millas. Esto acaba con el problema de rango que ha plagado a los coches eléctricos.
Las cuentas usadas se pueden recargar con hidrógeno y se reutilizan, por lo que el proceso es adicionalmente atractivo. Este tipo de reciclaje, por supuesto, necesita una modificación de los coches para poder sacar las cuentas del tanque de combustible. El costo de este combustible sintético se estima que será de una cuarta a una quinta parte de la gasolina. En el Reino Unido, los investigadores dicen que el costo sería de 19 peniques por litro. Este debería ser el atractivo añadido de la rápida aceptación de este nuevo combustible.
Los beneficios
Los beneficios de esta nueva tecnología son evidentes. El hidrógeno se bombea como el combustible convencional, cuesta mucho menos y el motor del coche no necesita modificaciones. Una de las preocupaciones con la tecnología de combustibles alternativos ha sido siempre el costo de la conversión de los vehículos existentes. Este combustible sintético podría ser fácilmente utilizado en los automóviles actuales. Cella Energía también ha dicho que incluso una adición del 20% de este combustible sintético en una mezcla con gasolina, reduce las emisiones de CO2. Al igual que con las mezclas de etanol, esto podría ser un paso intermedio en la transición a este combustible.
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