Por Cesar Dergarabedian
Hace 15 años, las computadoras marcaron un hito en una suerte de “competición” contra la inteligencia humana: En 1997, un superordenador, llamado Deep Blue, venció al entonces campeón mundial de ajedrez, el ruso Garry Kasparov, considerado por muchos especialistas como el mejor exponente “humano” en la historia de ese deporte de mesa milenario.
Esta semana se registrará otro capítulo con otro equipo y en otro ámbito, más propio de estos tiempos mediatizados: Un programa de preguntas y respuestas y por televisión.
El personaje de esta historia se llama “Watson”, una supercomputadora de IBM, que el lunes a la noche comenzó su contienda con dos de los mayores campeones del concurso televisivo estadounidense “Jeopardy!” (http://www.jeopardy.com/), que reparte un premio de un millón de dólares.
Watson tiene un desafío mayor que el de Deep Blue ante Kasparov. La mayor dificultad que debe afrontar es comprender las sutilezas del lenguaje humano.
Para ello fue preparado durante meses con ex concursantes de este programa que difunde la cadena de televisión ABC.
Los defensores de la supremacía de la inteligencia humana serán entre el lunes y el miércoles, Ken Jennings y Brad Rutter, dos de los ganadores más destacados en el programa “Jeopardy!”
La gran diferencia entre Watson y Deep Blue es que esta vez no se trata de un juego con reglas que puedan expresarse en fórmulas matemáticas.
La máquina creada por IBM debe demostrar que las computadoras pueden entender las sutilezas, matices y trucos del lenguaje humano en un juego donde las respuestas a menudo incluyen bromas y juegos de palabras.
Watson fue desarrollado durante cuatro años de trabajo por un equipo de científicos que tenían como objetivo construir un sistema de computación capaz de rivalizar con los humanos, contestando preguntas en lenguaje natural con rapidez, precisión y seguridad, según la nota de prensa de la compañía.
El formato de juego de Jeopardy hace más difícil todavía la labor del equipo, ya que durante el programa se proporcionan pistas a los concursantes en forma de acertijos, con figuras retóricas, además del uso de la ironía o los juegos de palabras.
Una persona puede identificar muy fácilmente cualquiera de estos aspectos, mientras que para una máquina resulta más difícil, de ahí la complejidad del concurso.
Para el desarrollo de este superordenador, los científicos tuvieron que construir unsistema de computación basado en el análisis semántico, capaz de disgregar la información relevante de aquélla que no lo es, interpretar expresiones ambiguas y realizar unanálisis estadístico de la certeza de la respuesta.
El volumen de información que contiene su memoria equivale a un millón de libros.
Aquí, científicos de IBM explican por qué eligieron este programa televisivo para el desafío:
Para IBM, el desafío fue desarrollar un sistema de cálculo que rivalizara con la capacidad del ser humano de analizar el lenguaje y el conocimiento, es decir, crear inteligencia artificial.
Su fin es aprovechar el procesamiento del lenguaje natural para interpretar volúmenes elevados de texto y responder preguntas con velocidad, precisión y confianza.
El primer puesto recibirá u$s1 millón; el segundo, u$s300.000 y el tercero u$s200.000.
IBM donará el 100% de las ganancias a las organizaciones de ayuda social World Vision y World Community Grid.
Los otros competidores entregarán el 50% del premio que obtengan a VillageReach y Lancaster Country Community Foundation.
¿Por qué se llama Watson? Se cree que su nombre hace mención al compañero de Sherlock Holmes, pero en realidad es en homenaje al creador de IBM, Thomas J. Watson.
Por sus grandes dimensiones equivale a 10 heladeras juntas. Su velocidad de respuesta es menor a 3 segundos. Tiene 200 millones de páginas de contenido almacenado en su sistema.
Su base de datos incluye libros, material de referencia, diccionarios, taxonomías,enciclopedias, novelas, biblias, obras de teatro, guiones de cine, entre otras.
Cruza información para tomar la decisión más acertada, con menos riesgo y más beneficios.
Cruza información para tomar la decisión más acertada, con menos riesgo y más beneficios.
“Jeopardy!” es el escenario más desafiante para Watson. El popular programa de EE.UU. es reconocido por la variedad de temas, las ironías, juegos de palabras, adivinanzas y otras dificultades del lenguaje, complejas de procesar por una computadora.
Durante el programa la supercomputadora deberá evaluar las preguntas y ordenar las respuestas de acuerdo al porcentaje de certeza. Además deberá tomar decisiones sobre las categorías y la apuesta para la ronda final.
La supercomputadora dispone de 10 racks de los Power 750, funcionando con Linux, con 2.880 núcleos de procesador a 80 teraflops y 15 TB de RAM.
Cabe destacar, a efectos comparativos que Deep Blue - la computadora que venció a Kasparov en ajedrez - funcionaba con apenas 1 teraflop.
¿Para qué le sirve a IBM un equipo como Watson? Además de la campaña de marketing y reforzamiento de la posición de su marca fuera de los ámbitos de la tecnología, el Gigante Azul busca con esta supercomputadora cambiar la manera de interactuar entre los humanos y las máquinas.
Esta tecnología puede ser aplicada para diagnósticos rápidos y exactos en el sector salud; observar interacciones potenciales con medicamentos; ayudar a jueces y abogados a buscar jurisprudencia y lograr una mayor regulación y cumplimiento normativo en áreas financieras, entre otras. Por ejemplo, compraventa de acciones.
El antecedente de Deep BlueEl antecedente de Watson es Deep Blue )en la foto a la derecha), también desarrollado por IBM, que se convirtió el 10 de febrero de 1996, para sorpresa de todos, en la primera computadora en ganar un juego contra un campeón de ajedrez.
Kasparov ganaría después tres de las siguientes disputas. Dos fueron empate, con lo que finalmente el competidor humano se impuso por sobre la máquina.
Después de ese enfrentamiento, Deep Blue fue mejorado, y enfrentó a Kasparov en 1997, y se impuso luego de que el ruso cometiera un error en el sexto juego.
“La computadora no me vencerá hasta el próximo milenio”, prometió en 1997 Kasparov, justo antes de ser derrotado por Deep Blue, una supercomputadora de 12,7 toneladas.
Ese año, para sorpresa general, la máquina arrasó al campeón del mundo en la última partida de las seis que habían jugado en mayo de ese año, imponiéndose en el cómputo general por 3,5 a 2,5.
Público, aficionados, maestros y seguidores de la partida a través de Internet, en todo el mundo, no podían dar crédito a lo que estaba pasando en la sexta partida del encuentro entre la máquina y el hombre.
Aquí, un resumen de aquel histórico match:
La inteligencia artificial desafiaba y se imponía a la natural, gracias a una base de datos que contenía un millón de partidas almacenadas y el trabajo de una legión de los mejores científicos, ajedrecistas y teóricos de las últimas décadas, que hacían posible que la máquina fuera capaz de calcular 200 millones de jugadas por segundo –más que Kasparov en toda su vida–, es decir, 50 millones de posiciones en tres minutos, que es el tiempo medio que un jugador utiliza para decidir un movimiento.
“La computadora todavía no ha demostrado nada. Si hubiéramos jugado una auténtica partida de competición puedo asegurar que hubiera dado buena cuenta de Deep Blue”, asegurabaKasparov, que parecía no haber aceptado de buen grado su derrota, a pesar de haberse embolsado por el reto unos 400.000 dólares, por los 700.000 que fueron a parar a los creadores de la computadora.
Pero la prensa habló de “humillación”, “derrota sorprendente”, “dominio táctico de la máquina notoria” en este segundo enfrentamiento.
¿Quién cree usted que ganará esta vez?
¿Quién cree usted que ganará esta vez?
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